lunes, 18 de febrero de 2008

Día del Ejercito19 de Febrero

“La primera buena condición del soldado es su constancia para soportar la fatiga; el valor viene en segundo lugar”

Gral. Napoleón Bonaparte.


La labor del servicio a la Patria exige el máximo esfuerzo, el valor es sólo el culmen de la preparación, ya que un valiente que no se sobrepone al agotamiento, la fatiga y el sacrificio ¿qué puede hacer en combate?

En este 19 de febrero Día del Ejército Mexicano deseo hacer un reconocimiento a todos y cada uno de los elementos del ejército nacional, aquellos que dejan a sus esposas en casa o en el hospital; a sus niños que a veces tienen el gusto de felicitarlos por teléfono en su cumpleaños, que sobreponen el bien de la nación al propio, a aquellos que están dispuestos a ofrendarse así mismos por el resto de sus conciudadanos.

Me siento muy orgulloso de festejar con ustedes y felicitarlos este 19 de febrero por ser hijo, hermano y cuñado de soldados leales y siempre dispuestos al servicio de las armas, que conozco de las privaciones que por la importancia del trabajo castrense deben vivirse para facilitar a nuestros padres estar prestos al cumplimiento del deber. Que he visto a mi madre y mi hermana estar solas cuidándonos y educándonos. Recuerdo las muchas veces que pude ir a un batallón y ver el sacrificio diario al que se someten desde muy temprano y hasta muy tarde. Hijos y hermanos que sólo podemos entender la importancia de esto cuando comprendemos y apreciamos la historia en su verdadero sentido, cuando nos volvemos nacionalistas.

Soy testigo que para el soldado la jornada diaria empieza con una batalla para tomar, conquistar, dominar… batallas para ganar o perder. Todos los días es un forcejeo que empieza con algunos recuerdos peores que buenos. Pero diariamente escogen consumir más que el día. Aunque el testamento para vivir les vacila, les agobia consume sus pensamientos y determina sus acciones.

Cada soldado sabe que su misión está por encima de todo, ya que Quien solo vive para sí esta muerto para los demás, por eso se aleja de todas sus comodidades y personas dejándolas de lado para su encuentro con el deber, aún se abandona a sí mismo sabiendo que es más importante la Nación que su vida, enaltece su compañerismo con aquellos que lucha hombro a hombro, cumpliendo la sentencia cierta que dejara en letras Shakespeare en su obra Enrique V:

“…Nuestra banda de hermanos. Porque quien vierta hoy su sangre conmigo será mi hermano; por muy vil que sea, esta jornada ennoblecerá su condición”

Los soldados de México dedican su vida y su esfuerzo a preservar nuestras instituciones; a auxiliar a la población civil; a sostener el derecho a la libertad, y el derecho a la concordia y a la paz.

No olvido a los soldados que han resultado heridos y caídos dentro del servicio, en adiestramiento, accidentes y lesiones, volvemos a rendir homenaje a estos hombres, volvemos a recordarlos con emoción, volvemos a manifestar nuestra más profunda gratitud por su esfuerzo y su sacrificio. Extiendo mi mano de consuelo a los padres y madres, bendigo a sus esposas y me solidarizo con sus hijos.

¡Honor por siempre a quienes han entregado la vida en el cumplimiento de su deber!

Me uno a las palabras del Presidente de la república Felipe Calderón, quien en septiembre pasado dentro de su mensaje con motivo de su Primer informe de gobierno dijo:

“Hago un reconocimiento muy especial a las Fuerzas Armadas del país, que con valor y patriotismo han dado grandes muestras de su lealtad y servicio a la Nación.

Especialmente rindo un homenaje a los soldados y marinos caídos en el cumplimiento de su deber; México honra su memoria y reconoce su sacrificio por el bien de la Patria.

(…) El sacrificio de estos patriotas no ha sido ni será en vano, el Ejército Mexicano, es un Ejército para la paz, precisamente la lucha contra el crimen organizado es un lucha por la paz, es una lucha por la seguridad y por la libertad de las familias mexicanas.”

En este "Día del Ejército", en nombre de todos los mexicanos, les expreso nuestro más profundo reconocimiento y sincera felicitación.

Finalmente Pido a Dios cuide y fortalezca a estos hijos predilectos de la Patria, hombres de valor y principios forjados a base de sacrificios, privaciones, voluntad, disciplina, disposición, obediencia y sobre todo lealtad, cada uno con una historia heroica que recordar y contar a las generaciones venideras.

A Dios le pedí fuerzas
para grandes logros....
me hizo débil para aprender
humildemente a obedecer.

A Dios pedí salud
para hacer cosas grandes...
me dio enfermedad para
poder hacer cosa buenas.

A Dios pedí riquezas
para poder ser feliz....
me dio pobreza
para poder ser sabio.

Pedí poder
para obtener alabanzas....
me dio debilidad para
sentir la necesidad de Dios.

Pedí todo
para poder disfrutar de la vida...
Me concedió vida
para poder disfrutar de todo.

No recibí nada
de lo que pedí
pero si todo
lo que necesitaba.

A pesar de mi mismo
las peticiones que no hice
me fueron concedidas.
Yo, entre los hombres
soy el más afortunado...

Soy Un soldado.

Ab Imo Pectore,
JMAT.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicidades Sr. Gobernador, excelente discurso, te expresaste con el corazón en la mano hacia los defensores de la patria.

Con mi admiración.

Maximus