Los Derechos Humanos como medio para acabar con el Ejército Mexicano.

En los últimos meses, han sido repuntadas las acusaciones por violaciones a los “Derechos humanos” en contra del Ejercito Mexicano. Es extraña la forma que se ha condenado y satanizado este tema hacia una de las pocas instituciones en México que mantienen el respeto y confianza de la nación.

<> (Lyndon H. LaRouche) Como bien lo define LaRouche el agredir y tratar de someter a las fuerzas armadas es indispensable para poder eliminar el concepto de nación. No implica en esto el atacar por medio de la confrontación directa, hay varios frentes por los cuales se puede llegar a agredir a un ejército, uno de ellos es por presión de instancias responsables de salvaguardar los “Derechos Humanos”

El Ejército Mexicano es el brazo fuerte en la lucha contra el narcotráfico, teniendo Capacidad, (por su carácter federal), Presencia (por estar desplegado en todo el territorio), armamento (por su tipo calibre y capacidad de fuego) y profesionalismo (al tener a sus elementos constantemente capacitados y actualizados). Sin embargo, tal parece que con operaciones como “Rápido y Furioso” por parte de Estados Unidos y la resistencia a castigar de facto la corrupción en el gobierno norteamericano, muestran que la opción de eliminar el narcotráfico no es su prioridad, sino, más bien, lo es interceptar y controlar la cantidad de estupefacientes que llegan a esta nación.

Cumpliendo su deber, al ser el narcotráfico un problema de seguridad nacional, pareciera que el Ejército no es apoyado en el plano político-social para facilitar la misión de este, ya que según Gratchen Small y Dennis Small se ha estad buscando reforzar los poderes judiciales interamericanos para vigilar las violaciones de “Derechos Humanos” cometidas por las fuerzas de seguridad, además de estas organizaciones desean tener poderes para, inclusive, castigar a las Fuerzas Armadas.

Si no se pone atención al tema de los “Derechos Humanos”, se puede convertir en una rendija por la cual vulnerar la estabilidad y capacidad de acción del Ejército en pro de la seguridad nacional, sabiendo que las corporaciones policiacas carecen de muchos aspectos necesarios para poder confrontar a las organizaciones delictivas dedicadas al narcotráfico, cobro de piso, secuestro y extorsión.

Al debilitar a las Fuerzas Armadas el objetivo principal es debilitar la estabilidad del estado y por ende a sus ciudadanos.

Jorge Miguel Arrieta Torres